Amor con aromas de mujer

Yo no llamaría suerte,
a esta posible amistad inherente,
que nunca jamás yo tuve en mente,
amistad unida por la letra no incipiente,
que ambas podrán dar mucho fruto intelectual diligente,
amistad que nadie podrá romper por pertenecer al ser omnisciente.

Cuando la soledad es nuestro mejor amigo

OH soledad sombría que me acompaña todos los días,
tu que me das la oportunidad de superarme en mente y espíritu mas nunca a mi me interrumpirías,
avanzando yo cada vez en el conocer de tus secretos que tu extravías,
añorando yo un que hacer y reclamándome tu un no hacer que tu extrañarías,
tu que me has demostrado ser mi mejor amigo, te pido que nunca abandones nuestra amistad tardía y de alegorías,
que jamás en estos tiempos conseguiremos otro encuentro en esta vida injusta y llena de utopías.

Cuando el Yo liga lo insoluble

Tu eres una Princesa y Yo un plebeyo,
siendo tu de la nobleza y Yo del pueblo,
escribiendo tú mi futuro y Yo leyendo tu escrito,
Yo como fiel caballero acatando tu legado,
estando Yo siempre alistado en la caballería como tu soldado,
Yo dispuesto a defender con mi vida tu reino sin pago,
Yo teniendo siempre presente mi reverencia ante tu estrado.

Cuando la letra es la vida

OH letra bendita tu que lees mis pensamientos,

expresándome en todo tiempo con la magia de tus intentos,

siempre dependiendo de tu persuasión para abrirle los ojos a mis compañeros,

no existiendo el sentido de la vida sin el sonar de tus consejos.